Está ampliamente aceptado que la leche materna es el mejor alimento para los bebés. Por ello, la recomendación es darles, por lo menos, durante los primeros seis meses de vida.
A partir de esa edad, el niño ya está en capacidad de consumir alimentos sólidos, pero el consejo es seguir amamantando al bebé o alimentarlo con un reemplazo de la leche materna. También es válida la opción de darle ambas.
No hay suficientes investigaciones para asegurar que los azúcares naturales de la leche materna tengan responsabilidad en la aparición de caries en los bebés, lo que sí ocurre con algunos reemplazos.
No obstante, la recomendación generalizada es mantener limpios los dientes del bebé, sin importar que tipo de leche tomó.
Hay que cepillar los dientes del niño una hora después de la última toma de la noche. De esta manera se previene la llamada “caries de biberón”.
Eso sí, nunca debes agregar azúcar o poner bebidas azucaradas en el biberón. Recuerda que la leche y el agua son las mejores bebidas para los dientes y no es saludable si tiene azúcar.
Los científicos han confirmado que un bebé no nace con el gusto por el azúcar y solo le gustará si se le suministra a una temprana edad.
Ahora, no permitas que tu hijo se acostumbre al biberón, porque su uso prolongado en el tiempo puede afectar negativamente el desarrollo de la cavidad bucal.
Intenta que tu bebé tome leche o agua de un vaso especial desde los 6 meses. No desistas de esta tarea.
