Existen diferentes tipos de anestesia local que se usa en la odontología: mucosa, submucosa, subperióstica, intraósea, intraligamenosa, intrapulpar.
La mucosa es equivalente a la anestesia tópica, en estos casos sería conveniente emplear una poca cantidad de anestésico local que sea de baja toxicidad. La misma podrá ser absorbida mediante la mucosa. Es muy importante limitar correctamente la zona de la aplicación, lo ideal será usar una crema en lugar de un spray o usar una torunda que sea impregnada con anestésico.
En el caso de la submucosa la anestesia es más superficial y se puede conseguir por infiltración o por punción, dentro de la odontología se pueden encontrar tres tipos: submucosa superficial, papilar y paraapical supraperióstica.
La submucosa superficial consiste en la aplicación de un tratamiento local debajo de la mucosa siendo más profunda. A pesar de ello es necesario e importante que se limite muy bien la zona cuando el espesor del tejido es reducido.
Una de las técnicas más usadas en odontología es la paraapical supraperióstica. El depósito de la anestesia se realiza entre el periostio y la mucosa.
Cuando hablamos de la anestesia papilar nos estamos refiriendo a una técnica en la que se inyecta una solución anestésica en la papila , en algunos casos se coloca la suficiente anestesia como para poder extraer un diente temporal.
Al buscar una variedad de anestésico local encontramos la subperióstica, la que se coloca entre la cortical del maxilar y el periostio. En algunos casos esta técnica puede ser dolorosa y poco recomendable.
En el caso de la intraósea se deberá colocar la inyección en el espesor de la medular del hueso maxilar. Una de las desventajas es que la aguja debe atravesar una superficie más grande y dura como es la cortical externa.
Intraligamentosa: estamos hablando de una solución anestésica ideal que es inyectada dentro del espacio periodontal.
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