Desde pequeños solemos cumplir varios errores al cepillarnos los dientes, son costumbres que aprendemos de nuestros padres, son acciones que están instauradas en el colectivo social pero que no son correctas.
Uno de los mayores ejemplos es el de mojar el cepillo de dientes una vez puesto el dentífrico sobre las cerdas, esto es un error ya que elimina parte de las propiedades que tienen las pastas de dientes.
Otro error común es el de no cepillarse los dientes justo después de comer, solemos esperar bastante tiempo ya que la costumbre en nuestro país es tomar un café, hacer sobremesa e incluso echar una pequeña siesta antes. Después de todo ese tiempo cuando vamos a lavarnos los dientes ya hemos perjudicado la dentadura con los restos de comida que quedan depositados entre nuestros dientes.
Algo muy importante es reconocer los errores y aprender a evitarlos, cambiar las costumbres por unas más correctas.
