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El esmalte dental es la capa protectora, y por lo tanto más dura que recubre nuestros dientes. Sin embargo puede erosionarse, y cuando esto sucede se puede dar lugar al desarrollo de las caries por la acumulación de bacterias y la formación de la placa, situación que debemos tratar de prevenir, y por tanto tener muy en cuenta la mayoría de factores que pueden llevarnos a esta situación, como es el caso de las piscinas.

Tenga cuidado con las piscinas tratadas con cloro

Cuando las piscinas no están debidamente dosificadas con cloro, el agua puede elevar sus niveles de acidez y el esmalte dental se encuentra expuesto a ella, situación que puede provocar erosión del mismo. Según un estudio realizado por los Centros para el Control de Enfermedades, el 15 por ciento de los nadadores frecuentes, muestran signos de erosión en su esmalte dental en comparación con las personas que no saben nadar y presentan sólo el 3 por ciento.

Por ello consulte con el centro de recreación o gimnasio donde usted nada, para asegurarse de que el pH de la piscina es controlado de forma regular y cómo consejo simple, cuando tenga una sesión de natación, mantenga la boca cerrada para evitar la exposición de los dientes con el agua clorada, ahora que sabe de sus consecuencias sobre el esmalte dental.

Para tener en cuenta; cuando realizamos ejercicio es muy importante preocuparnos por el aseo oral antes de comenzar una sesión, debido a que podemos deshidratarnos y la cantidad de saliva sea insuficiente, lo cual favorece el desarrollo y penetración de bacterias formadoras de caries, principalmente si tenemos restos de alimentos por falta de aseo.

Imagen: Flickr

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