Que hay que cepillarse los dientes al menos tres veces al día es una realidad. El cepillado, junto con los otros aditamentos de la rutina de higiene bucal, ayuda a mantener a raya a las bacterias que producen la placa dental.
Pero se dice mucho de otras actividades que no son tan reales, y ya han llegado a ser calificadas de mitos por los dentistas. Son creencias que, a pesar de basarse en ideas erróneas y no contar con una base científica, están muy extendidas.
Revisaremos algunas de las más comunes:
-Es normal que las encías sangren. No, una encía sana no debería sangrar. Si ocurre es porque existe un proceso inflamatorio a nivel de los tejidos gingivales, lo que puede llevar a una enfermedad periodontal si no se atiende a tiempo.
-Es mejor el cepillo de filamentos duros. No, un cepillo de esas características puede provocar el desgaste del esmalte, causando sensibilidad dental, así como la retracción de las encías. Es preferible un cepillo de cerdas suaves, y no ejercer demasiada fuerza al cepillarse.
-Mientras más pasta dental, más protegido. El dentífrico es importantísimo en la higiene bucal, los componentes que aporta, como el flúor, combaten las bacterias, pero no es necesario cubrir todos los filamentos del cepillo para que sea efectivo, basta una pequeña cantidad, como un grano de garbanzo.
-Si el enjuague no pica, no funciona. No, el colutorio no tiene que ser fuerte, con alcohol o insoportable en la boca para que actúe correctamente. Hoy, los dentistas recomiendan los no tienen alcohol para evitar la resequedad de las mucosas.
-El mal aliento es por problemas digestivos. Falso, la halitosis se puede deber a muchos factores, siendo los problemas digestivos un pequeño porcentaje de ellos. Generalmente, el mal aliento nace en la cavidad bucal, por la deficiente higiene bucal y de la lengua, que permite acumulación de bacterias.
-Limpieza dental solo cuando hay problemas. La visita al dentista debe hacerse regularmente, haya o no una molestia en la boca. A pesar de grandes esfuerzos en la higiene bucal, la limpieza profesional será más profunda. Además, la revisión del odontólogo servirá para prevenir cualquier otro problema a tiempo.
