Como todo exceso en la vida es perjudicial, el fluoruro no escapa de dicha regla, siendo seguro y eficaz cuando se utiliza correctamente, como es el caso de su aplicación en los sistemas de potabilización del agua, que mantienen a diario los niveles seguros para su consumo.

Pero en lo que respecta a los productos que contengan flúor destinados al cuidado dental en el hogar, deben ser controlados especialmente en el caso de los niños, siendo los padres quienes deben supervisar el uso de éstos productos para evitar excesos.

Todos los niños deberían usar crema dental fluorada, pero cuando son menores de 6 años se debe controlar su uso, ya que los niños pequeños son más propensos a tragarse la pasta dental después del cepillado, en vez de escupirla. Por ello se recomienda utilizar sólo una cantidad pequeña de pasta para su cepillado, animándolos a escupir tanto como sea posible y como consejo muy importante, se deben evitar las cremas dentales con sabores que puedan estimular su deglución, así como mantener geles y enjuagues bucales lejos del alcance de los niños pequeños.

Se debe tener muy en cuenta que la ingestión de pasta dental, cuando los dientes están en desarrollo puede causar un defecto cosmético conocido como fluorosis, que en estadios leves se manifiesta como manchas blancas en los dientes, lo cual en muchas personas no es perceptible.

Sin embargo en casos graves la ingestión de grandes cantidades de flúor puede causar manchas de color café en el esmalte, que si bien suele ser inusual, es característico en zonas geográficas donde el agua naturalmente contiene niveles elevados de fluoruros.

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