Un 8% de los adultos y jóvenes de España sufren desórdenes temporomandibulares, el porcentaje sube hasta el 16% si hablamos de personas mayores, en total unos 3 millones de españoles.
Cuando hablamos de desórdenes temporomandibulares nos referimos a problemas en la articulación temporomandibular (ATM), esta articulación es la que une la mandíbula con el resto del cráneo. Estos problemas pueden llegar a ser de gravedad, ocasionando limitaciones en las funciones masticatoria y fonatoria.
Si una persona sufre dolores ya sea en la articulación o en los músculos faciales que la rodean, es un claro síntoma de que se sufre desorden temporomandibular.
Óscar Castro Reino, presidente del Consejo General de Dentistas, recomienda acudir al dentista ante los primeros síntomas de problemas en dicha articulación, ya que estos problemas son crónicos y si no se tratan a su debido tiempo irán empeorando cada día más y aumentando los problemas.
Los síntomas son muy diversos y muchas veces pasan desapercibidos al atribuirlos a otras causas, como cefalea crónica; sensación de presión y zumbidos en los oídos; molestias más o menos severas al masticar; dolor en la cara o en la mandíbula; chasquidos y ruidos al abrir y cerrar la boca; también puede existir una limitación funcional para abrir completamente la boca; dolor cervical; enrojecimiento de los ojos y sensibilidad a la luz; y bruxismo y desgaste dental.
El tratamiento para los trastornos de la ATM varía de forma considerable según la causa. Dos de los más comunes son el uso de la férula nocturna y los analgésicos, previamente recetados por el dentista. También es recomendable tomar alimentos blandos y usar una bolsa de hielo para aliviar el dolor.
