Poco después que un bebé nace, un doctor o enfermera lleva adelante un examen minucioso de todo el cuerpo, incluyendo la boca, ya que si bien la mayoría de las veces, tanto las encías del bebé, la lengua y el paladar blando se desarrollan normalmente, en ciertos casos existen variaciones inofensivas que pueden sorprender a los padres.

Las variaciones en la boca de un bebé pueden ser las siguientes:

Las perlas de Epstein: se llama así a pequeñas protuberancias de color blanco con apariencia de perla que suelen aparecer en el techo de la boca. Estas protuberancias son inofensivas y tienden a desaparecer en unas pocas semanas.

Nódulos de Bohn: también son protuberancias pequeñas, blanquecinas o quistes similares a las perlas de Epstein, sin embargo no se desarrollan en el paladar, sino a lo largo de la zona vestibular y palatina del reborde alveolar.

Los quistes de inclusión: son otras pequeñas protuberancias que suelen aparecer a lo largo de la cresta de la cordillera de las encías y son inofensivos, para tranquilidad de los padres.

Los dientes natales y neonatales: Algunos bebés nacen con uno o más dientes, los cuales reciben el nombre de “dientes natales”. En otros niños emergen dientes durante los primeros 30 días de vida y éstos reciben el nombre de “dientes neonatales”.

A veces los dientes natales o neonatales deben ser extraídos, ya que su eliminación puede ser mejor ante la probabilidad de que se suelte y se lo trague o que interfiera con la alimentación, irrite tanto la lengua como el labio.

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