Una alimentación saludable comienza por limitar el consumo de azúcares y productos refinados, siendo la mejor opción para controlar el desarrollo de caries, además de la higiene bucodental que indican los dentistas pediátricos. Las campañas de prevención van orientadas a educar a la sociedad en la importancia de mantener y cuidar una correcta alimentación, pero no suelen tenerse en cuenta los azúcares empleado por la industria farmacéutica, especialmente en los medicamentos infantiles.
El azúcar empleado en los fármacos ayuda a que los pacientes infantiles asimilen de buen grado un medicamento que puede tener sabor desagradable o causar rechazo. El problema con la medicación azucarada no es el consumo de azúcar en sí, ya que es puntual y en dosis controladas. Se da cuando, tras la ingestión de la medicación, no se realiza un cepillado dental y los restos del jarabe se quedan en la cavidad bucal y caras de los dientes.
Jarabes y antibióticos
Para conocer cuánto azúcar añadido hay en la formulación de los medicamentos infantiles de consumo habitual la Sociedad Española de Odontopediatría (SEOP) pone a disposición información de consulta en su web.
-El Fluimucil, por ejemplo, tiene 4,75 gramos por cada sobre de 100 miligramos, más de la mitad del azúcar que contiene un yogur infantil.
-El Vinzam, tiene 3,8 gramos de sacarosa por cada cucharada de 5 mililitros, una concentración de azúcar importante.
El empleo del azúcar en los medicamentos infantiles ayuda a que los niños no rechacen a priori la medicación, que suele tener un sabor fuerte y desagradable, mejora la palatabilidad y la estabilidad del medicamento.
La manera correcta de prevenir las caries por uso de medicación, es el cepillado dental. Los fármacos azucarados no se consideran factor de riesgo a las caries, siempre que tras su ingesta se motiva al niño a cepillarse los dientes, especialmente si se consumen durante la noche, horas en que la segregación de saliva disminuye y los dientes son más vulnerables a ataques de bacterias.
Tomar azúcar con los medicamentos es inevitable, por lo que es recomendable consultar con el dentista pautas de higiene adicional para evitar enfermedades como las caries.