Realizarse perforaciones bucales puede resultar verdaderamente peligroso. Colocarse un piercing en esta zona podría generar un riesgo que no se debe desconocer.
Esto no solo provocaría peligro en el momento de la perforación sino también podría generar inconvenientes que aparecerían a las semanas, meses posteriores. El momento de realizarse la perforación se podría complicar ya que, además del dolor, existiría la posibilidad de una hemorragia, lesiones nerviosas o enfermedades orales que se tramiten por medio de la sangre.
Cuando ya se tiene colocado el piercing, ya sea en la encía, labio, lengua, se podría inflamar la zona, especialmente si nos estamos refiriendo a la lengua. Además, se podría hablar de otro tipo de sintomatología, como el trauma dentro de la mucosa oral o diferentes reacciones alérgicas. Estos problemas podría aparecer en los días siguientes a la colocación.
Pero existen otros inconvenientes que, quizás, llegarían aparecer incluso meses después, a largo plazo, entre los que se destacan las fisuras en los dientes, la recesión vaginal, el mal aliento y un incremento notorio en la sensibilidad dental. Afortunadamente cada día son más las personas que son conscientes de estos problemas y abandonan la idea de perforarse la zona.
Recuerda consultar con el dentista antes de colocarte un piercing y evalúa, junto con él, las posibles consecuencias que podrían generarse. Si ya te colocaste un piercing te aconsejamos, a modo de prevención, que te realices enjuagues bucales antisépticos y que te cepilles de forma muy suave el metal con el objetivo de eliminar las bacterias que se localizan en la zona, así se estarán evitando inflamaciones o infecciones.
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