interdental

No basta con cepillar los dientes tres veces al día durante dos minutos con una pasta dental con flúor. El cepillo convencional solo limpia 60% de la superficie de los dientes y no llega a los espacios entre ellos, que se llama zona interdental.

La higiene interdental suele ser la gran olvidada de nuestra rutina de higiene bucodental. En ese espacio puede acumularse placa dental que pueda dar inicio a una halitosis, caries interdental, o enfermedad periodontal, como la gingivitis o, peor, la periodontitis.

Lo primero que hay que hacer es identificar correctamente el área interdental. Un dentista puede ayudar a aclarar dudas, pero es el espacio entre la encía y el punto de contacto de dos dientes. No es un acceso fácil, pero es necesario limpiarlas.

En el mercado existen herramientas de higiene interdental que ayudan a mejorar el proceso: cepillos interdentales, hilos o sedas dentales, irrigadores bucales.

Sin embargo, el procedimiento debe ser cuidadoso y precavido para evitar dañar la encía en la limpieza interdental.

Por ejemplo, en las zonas donde la encía cubre todo el espacio interdental deberemos utilizar los hilos y sedas. Para las zonas con espacios más grandes debemos utilizar los cepillos interdentales.

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