Hay cepillar los dientes tres veces al día con pasta fluorada, pero estas sesiones deben realizarse de la manera correcta para que tenga los resultados esperados.

Los menos estrictos opinan que dos cepilladas al día son suficientes, pero una de esas debe ser antes de dormir. Hay que hacerlo durante dos minutos y luego usar hilo dental.

La teoría la sabemos casi todos, pero hay un error que cometemos la mayoría a la hora de lavarnos los dientes: mojar el cepillo antes de poner la pasta dental o cuando ya la hemos puesto.

Mojar el cepillo tiene dos objetivos: o bien limpiarlo antes de poner la pasta o bien conseguir que la pasta se agarre más al cepillo una vez la hemos puesto.

Pero en realidad lo único que consigues con este gesto es que la pasta de dientes pierda eficacia.

En definitiva, que si mojas el cepillo solo conseguirás que la pasta pierda su fuerza y no arrastre bien la suciedad ni elimine correctamente la placa.

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