Cada vez más personas se enfrentan a largas listas de espera o incluso a la imposibilidad de encontrar un profesional que los atienda.
La situación es especialmente crítica en áreas rurales y pequeñas ciudades, donde los consultorios han ido cerrando por falta de relevo generacional. El fenómeno se ha intensificado en los últimos años y preocupa a expertos en salud pública.
En países como Bélgica, Francia y Alemania, clínicas y hospitales han advertido sobre la disminución de dentistas disponibles, lo que afecta tanto a pacientes con urgencias como a quienes buscan tratamientos regulares. La falta de especialistas no solo compromete la salud bucal de la población, sino que también sobrecarga los servicios de emergencia, que deben atender casos que podrían haberse resuelto en un consultorio.
Las razones detrás de esta crisis son diversas. Por un lado, la mayoría de los nuevos graduados en odontología prefieren trabajar en grandes ciudades, donde las condiciones laborales y salariales son más atractivas. Por otro, los horarios extenuantes y el alto costo de montar una clínica desalientan a los jóvenes profesionales a establecerse en zonas remotas.
¿Qué países europeos sufren más la falta de dentistas?
En Bélgica, la situación es alarmante. La Asociación Dental Belga Francófona señala que regiones como el sur de Hainaut y Luxemburgo tienen una escasez crítica de profesionales. En contraste, Bruselas y otras áreas urbanas no presentan problemas de acceso. Según Eurostat, en 2022 había 75,5 dentistas por cada 100.000 habitantes en el país, pero su distribución es desigual.
Francia enfrenta una problemática similar. En regiones rurales, la falta de dentistas ha llevado a los pacientes a recorrer decenas de kilómetros para recibir atención. En algunos casos, se ha recurrido a profesionales extranjeros para cubrir la demanda, pero las barreras burocráticas y los requisitos de homologación de títulos han ralentizado esta solución.
Alemania también ha registrado un déficit de odontólogos en pequeños municipios. Muchas clínicas han cerrado en los últimos años, y las vacantes no logran ser ocupadas. La presión sobre los dentistas en activo ha aumentado, generando jornadas laborales más largas y una mayor carga de estrés.
¿Por qué los jóvenes dentistas evitan las zonas rurales?
El cambio generacional en la odontología ha traído consigo nuevas expectativas laborales. Mientras que en décadas anteriores los dentistas solían establecerse en cualquier zona con demanda, los profesionales actuales priorizan una mejor calidad de vida y estabilidad.
Bruno Gonthier, presidente de la Asociación Dental Belga Francófona, explica que los nuevos odontólogos buscan condiciones laborales más equilibradas y rechazan las jornadas de 60 horas semanales que eran comunes en el pasado. Además, destaca que el 90% de los recién graduados en Bélgica son mujeres, muchas de las cuales organizan sus horarios para conciliar su vida familiar.
Otro factor clave es la preferencia por trabajar en clínicas ya establecidas en grandes ciudades, en lugar de abrir un consultorio propio. «Los jóvenes dentistas ya no quieren lanzarse como empresarios», señala Gonthier. La inversión inicial para montar una clínica es elevada, y el riesgo financiero es alto en áreas con baja densidad de población.
¿Cuál es el futuro de la odontología en Europa?
La crisis de dentistas en Europa no tiene una solución inmediata. Para abordar el problema, algunos gobiernos han comenzado a ofrecer incentivos económicos y beneficios fiscales a los profesionales que se instalen en zonas desatendidas. Sin embargo, estas medidas aún no han logrado revertir la tendencia.
Si la escasez de dentistas persiste, más pacientes podrían verse obligados a viajar largas distancias o recurrir a soluciones alternativas, como la teleodontología o tratamientos en otros países con mayor disponibilidad de especialistas. La falta de acceso a atención dental no solo afecta la salud individual, sino que también puede generar costos más altos para los sistemas de salud pública a largo plazo.
