Es evidente que los dientes son resistentes. Gracias a ellos podemos masticar los alimentos, que nos dan los nutrientes para mantener un cuerpo en excelente funcionamiento.

Pero, ¿sabes por qué son tan resistentes? Te damos cinco características que tal vez no sabías de los dientes.

Lo primero es que están recubiertos de la sustancia más dura del cuerpo humano: el esmalte dental. Esta estructura blanca y brillante es más fuerte que el hueso, y además es elástica. Se trata de mineral en un 96%, el porcentaje más alto de cualquier tejido de tu cuerpo, lo que la hace duradera y resistente al daño.

En segundo plano, debes saber que la presión de una mordida promedio es de 90 kilogramos. Saber esto y son muy duros es quizás lo que nos lleva a pretender usar los dientes como herramientas, cuando no es recomendable.

Aparte de duros y fuertes, los dientes son de las últimas piezas del cuerpo humano que se desintegran. Su durabilidad, la tercera característica que te presentamos hoy, puede ser de cientos de años.

Algunas de las cosas más fascinantes que conocemos acerca de la historia humana proceden del estudio de los restos dentales de nuestros antepasados.

Gracias al estudio de los dientes se sabe que los primeros viajeros que fueron de África a China partieron hace 80.000 años y que los primeros humanos usaron una forma simple de aspirina para aliviar el dolor.

La cuarta característica que te mostramos de los dientes no es muy positiva. Ellos no pueden curarse a sí mismos, como la piel y otros tejidos. De allí la importancia del dentista, que es un profesional calificado para repararlos.

Y finalmente, tampoco se cuidan solos, y están expuestos a más de 300 tipos de bacterias que pueden atacarlos en cualquier momento. ¿Cómo los protegemos? Con hábitos de higiene dental saludables y chequeos regulares.

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