Se ha dicho que el irrigador dental es el mejor regalo que las clínicas dentales han dado a sus pacientes, siendo una herramienta que antes solo se usaba en los consultorios.
Su uso beneficia a todo tipo de usuarios, pero hay determinadas personas con necesidades especiales que notarán una clara mejoría tras incorporar este aparato a su rutina diaria de higiene bucal.
–Personas con periodontitis. Los pacientes tratados por periodontitis encontrarán en este dispositivo un aliado. Les ayudará a reducir la inflamación gingival, el sangrado.
–Pacientes con ortodoncia. Aunque la ortodoncia aporta numerosos beneficios para la boca, es difícil mantener una higiene bucal óptima a causa de los brackets. El irrigador minimiza el sangrado y la inflamación que causan y mejora la limpieza interdental y la de los rincones más inaccesibles.
