Las nauseas y vómitos que experimenta la mayoría de las mujeres embarazadas en el primer trimestre de gestación pueden provocar erosión del esmalte dental.
No en todos los casos ocurre. De hecho, la incidencia es de 0,3 – 2%, de acuerdo a cifras que maneja el Consejo General de Dentistas.
El ente desarrolla actualmente una campaña dirigida a las embarazadas, ofreciéndoles información y una cita gratis en alguna de las clínicas afiliadas al plan.
Cuando es afectado el esmalte es porque este cuadro de náuseas y vómitos intensos se extiende más allá de los tres meses, provocando además deshidratación, pérdida de peso y cetosis.
A partir del tercer mes de gravidez la gingivitis podría ser un inconveniente. Aparece en el 60-75% de las mujeres y suele resolverse por sí solo después del parto.
Los dentistas explican que los cambios vasculares y hormonales que acompañan al embarazo, a menudo, exageran la respuesta inflamatoria.
Pero allí no terminan los cuidados que deben tener las embarazadas. Al final de la gestación y durante la lactancia se dan cambios en la composición de la saliva que pueden predisponer, temporalmente, a la erosión y a la caries dental.
Otro problema que puede surgir es la xerostomía o síndrome de boca seca, siendo su principal causa los cambios hormonales, y algunos medicamentos, como los antiespasmódicos, antidepresivos o antihistamínicos.
