Algo tan natural e inocente como el beso de una madre a su hijo, puede tener consecuencias sobre éste a nivel oral, ya que diversos estudios afirman la posibilidad de transferencia de bacterias generadoras de caries en los niños.
Las bacterias que desarrollan caries pueden trasmitirse de persona a persona por medio de la saliva, donde también se incluye la acción de limpiar el chupete con saliva, compartir utensilios, soplar sobre la comida y por supuesto el hecho de besar al niño en la boca, resulta una de las formas más directas.
La bacteria más común o principal capaz de generar el desarrollo de caries es el Streptococcus mutans, la cual puede pasar de persona a persona por transferencia de saliva o las acciones mencionadas anteriormente. Un estudio publicado en “Odontología Pediátrica”, mostró una fuerte evidencia que ubica a las madres como una fuente primaria de trasmisión de este tipo de bacterias, provocando colonización en las bocas de sus hijos.
Los especialistas compren que el beso de una madre a su hijo es algo completamente natural e inocente, sin embargo este tipo de estudios permite conocer cómo se pueden producir las caries dentales ya que estas son una infección bacteriana trasmisible por distintos factores donde la transferencia de saliva es la más directa y efectiva, principalmente en el momento de la infancia que comienza la erupción dentaria.
En este momento es cuando los dientes se encuentran expuestos en mayor medida, ya que son más vulnerables, pero por supuesto también se debe considerar que solamente los padres que padecen caries activas pueden generar el contagio o propagación de la bacteria Streptococcus mutans.
Para tener muy en cuenta; la transmisión de la saliva provoca contaminación bacterial, pero es sólo una parte del conjunto de factores que pueden hacerlo, ya que el desarrollo de caries tiene su origen por lo general en un conjunto de factores, tales como; saliva infecciosa externa, genética, una higiene oral deficiente y alimentación errónea, que en el caso de los bebes se extiende hasta el biberón, que al ser mantenido por mucho tiempo en la boca con líquidos azucarados dan paso a las famosas “caries de biberón”.
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