sarro

El sarro es la placa bacteriana o biopelícula que se endurece. Para quitarlo es necesaria una limpieza profesional, de las que hace el dentista, y si no se corrige a tiempo, provoca caries o gingivitis.

También llamado tártaro o cálculo dental, el sarro es una causa frecuente de mal aliento, por lo que eliminarlo es una necesidad urgente.

Sin embargo, las visitas al dentista para ello no son muy frecuentes.

Mientras concretas una visita a tu odontólogo de confianza debes llevar adelante algunas tareas en casa que mantendrán al sarro a raya.

La primera es una adecuada higiene dental, al menos dos veces al día, y sobre todo antes de ir a dormir, incluyendo algún método de limpieza interdental.

Además, es ideal el consumo de ciertos alimentos como la manzana, el tomate y las fresas, ya que pueden ayudar a prevenir la aparición de sarro en los dientes.

Ten en cuenta que hábitos como el tabaquismo, el alcoholismo y el consumo excesivo de café pueden generar la aparición de sarro. Y además, algunos de nosotros tenemos predisposición genética a la producción tártaro.

Una mezcla de bicarbonato de sodio con sal y agua, en proporciones adecuadas para evitar la corrosión del esmalte, también ayudaría a limpiar el sarro.

El consumo de semillas de sésamo también ayuda a limpiar la suciedad de los dientes, lo mismo que el perejil.

No son tratamientos definitivos, sino prácticas preventivas que no sustituyen la obligatoria limpieza que hace un dentista profesional en su consultorio.

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