Según un estudio realizado por varias organizaciones dedicadas a la inclusión de personas con discapacidad, el 36% de estas personas se sienten frustradas cuando visitan al dentista. Esta cifra es alarmante y pone de manifiesto la falta de accesibilidad y adaptación en los servicios dentales. Hoy en día, a pesar de los avances en materia de inclusión, sigue siendo un problema recurrente para las personas con discapacidad acceder a servicios médicos de calidad.
Esta noticia surge a raíz de una encuesta realizada por la Fundación ONCE, la Fundación Vodafone y la Fundación Universia, en la cual se entrevistó a más de 500 personas con discapacidad sobre su experiencia en el dentista. Los resultados son preocupantes, ya que reflejan una realidad que muchos pacientes con discapacidad viven en su día a día.
Uno de los principales motivos de frustración es la dificultad para acceder al consultorio dental. Muchas personas con discapacidad se enfrentan a barreras arquitectónicas que limitan su entrada al lugar. La falta de rampas, de ascensores o de baños adaptados son algunos de los obstáculos más comunes. Esto provoca una gran incomodidad y malestar para los pacientes, quienes deben buscar soluciones alternativas y a menudo tienen que recurrir a la ayuda de terceras personas para poder acceder al dentista.
Además, una vez dentro del consultorio, los pacientes con discapacidad se enfrentan a otros desafíos. La falta de adaptación de las instalaciones y el mobiliario, así como la falta de formación y sensibilidad por parte del personal médico, son otros de los factores que contribuyen a la frustración de estas personas. Según el estudio mencionado, el 63% de las personas con discapacidad encuestadas considera que el personal del dentista no está lo suficientemente preparado para atender a pacientes con discapacidad.
Otro aspecto importante son las técnicas y tratamientos utilizados en la consulta. Muchas veces, los equipos y las herramientas dentales no están adaptados para personas con discapacidad, lo que hace que la atención sea más compleja y que los pacientes se sientan incómodos e inseguros. Por ejemplo, una persona en silla de ruedas puede tener dificultades para subir a la silla del dentista y mantener una posición adecuada durante el tratamiento.
La falta de adaptación y accesibilidad en el dentista no solo afecta a las personas con discapacidad, sino también a sus familiares y cuidadores. Estas personas también se ven afectadas por estas barreras y deben lidiar con situaciones complicadas para poder ayudar a sus seres queridos a recibir la atención que necesitan.
Ante esta situación, las organizaciones de inclusión hacen un llamado a las autoridades y a los profesionales médicos para tomar medidas concretas y promover la inclusión en los servicios dentales. Es necesario sensibilizar y formar al personal del dentista para que puedan atender a pacientes con discapacidad de manera adecuada y brindarles una atención de calidad.
También es importante que se lleven a cabo reformas y adaptaciones en los consultorios dentales, cumpliendo con las normativas de accesibilidad y garantizando la igualdad de oportunidades para todas las personas. La inclusión no solo es un derecho, sino también un deber que beneficia a toda la sociedad.
En este sentido, muchas organizaciones y profesionales del área de la salud dental ya están trabajando en la promoción de un enfoque inclusivo en sus servicios. Por ejemplo, existen clínicas dentales adaptadas exclusivamente para pacientes con discapacidad, donde se realizan tratamientos especializados y se cuenta con un equipo multidisciplinario capacitado en el trato y atención a estas personas.
Además, existen iniciativas como el programa «Dentistas Sin Barreras», que promueve la inclusión y la accesibilidad en el dentista a través de cursos de capacitación y asesorías para el personal médico, así como la creación de material y herramientas adaptadas para pacientes con discapacidad.
En definitiva, el 36% de las personas con discapacidad que experimentan frustración al visitar al dentista es una cifra que nos debe hacer reflexionar sobre la importancia de promover la inclusión en todos los ámbitos. Es necesario que se tomen medidas concretas y se trabaje en conjunto para garantizar que todas las personas, independientemente de sus capacidades, puedan acceder a servicios dentales de manera digna y sin obstáculos. La inclusión es un derecho que debe ser respetado y protegido en todas las áreas, incluyendo la salud dental.