El miedo que tiene algunas personas a las inyecciones y las experiencias que vivieron anteriormente puede resurgir en el momento en que los odontologos les inyectan la anestesia en la mandíbula.
Cuando un paciente ya ha pasado por un cuadro de dolor o incomodidad en anteriores intervenciones o tratamientos pueden volver a sentir experiencias de dolor y cuadros de ansiedad. Este vínculo, aunque parezca obvio, ha sido analizado por la Universidad Vrije de Amsterdam.
Para establecer este vínculo se realizó un cuestionario antes de practicarse la cirugía oral y luego se midió en segundos la duración del dolor que provocó la inyección. Este malestar tuvo una duración promedio de 6.2 segundos.
Una se las conclusiones es que el dolor de una anestesia mandibular parece depender en parte de la ansiedad experimentada en experiencias previas con las mismas inyecciones.
Por eso es tan importante acudir lo más relajado posible a la cita o usar técnicas como la música para que el paciente se distraiga y así disminuir la ansiedad.
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