Puede pasar que el sonido que provocan los aparatos odontológicos o la posibilidad de sentir algún dolor causen miedo o algún tipo de temor, lo ideal para llevar adelante el tratamiento es que la persona venza el miedo antes de asistir a la consulta.

Es cierto también que el miedo frente al tratamiento odontológico puede ser o no conocido por el paciente y se haga manifiesto en el momento en que el profesional comience a atender en el consultorio. No debes alarmarte si esto sucede ya que el miedo a las agujas, a los sonidos desconocidos, al dolor y a la maquinaria extraña pueden aparecer.

El miedo también puede aparecer cuando se tuvieron experiencias anteriores traumáticas, por eso es necesario que el profesional te brinde seguridad y confianza, que el entorno en donde trabajará sea tranquilo y predecible.

Muchas personas se sienten indefensas al sentarse en el sillón, por eso los odontólogos deben anunciar lo que van a hacer, contar acerca de los procedimientos, así no tomaran a los pacientes por sorpresas y éstos pueden ir perdiendo el miedo a ciertos instrumentos o a las agujas que pueden ver. Afortunadamente los avances en odontología generan que los tratamientos sean cada vez menos dolorosos.

Puede pasar que los pacientes se muestren realmente nerviosos o con mucha ansiedad, en estos casos, y siempre que el tratamiento lo permita, el paciente puede le levantarse y caminar un poco.

Foto | Flickr

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