La Asociación Americana de Pediatría asegura que los peques deben consumir entre 2 a 3 porciones de lácteos al día.
No necesariamente debe ser leche, pues las propiedades de los lácteos se consiguen además en yogur, queso, cremas y manteca.
Se sabe que los productos derivados de la leche tienen propiedades protectoras para la boca, por lo que son alimentos que ayudan a prevenir las caries.
Por si tienes dudas, te enumeramos los beneficios que tienen los lácteos en la salud bucodental de los niños:
Dientes más fuertes: el calcio y el fósforo favorecen la formación de una estructura ósea y dentaria de buena calidad.
Encías sanas: las vitaminas presentes en los lácteos mejoran la salud de las mucosas orales. Los probióticos contenidos en los yogures potencian las defensas y previenen la gingivitis y la periodontitis.
Hidratación: por su alto contenido de agua, tomar leche o yogur son maneras saludables de incorporar líquido al organismo.
El consumo de lácteos en la niñez ayuda a fortalecer los dientes, a mantener las encías sanas y a prevenir la aparición de caries.