Solemos olvidar de limpiar cuidadosamente la lengua cuando cepillamos nuestros dientes, y es una necesidad tomarla en cuenta en el ritual diario de la higiene bucal.
Es un órgano importante, que nos permite el habla, el sentido del gusto y muchas otras funciones importantes para el organismo y sin embargo es uno de los más descuidados.
La lengua acumula mayor cantidad de bacterias. Por ello merece ser cuidado a diario.
-Pasar el raspador. El raspador es un utensilio realmente útil para limpiar la lengua. Vale realmente poco y sirve para raspar y limpiar la lengua, y eliminar aquellas bacterias que solemos tener en este órgano. No es necesario pasar el raspador cada día, pero sí de manera regular durante la semana.
-Cepillado de dientes correcto. Cuidar la lengua pasa por cepillarse correctamente los dientes todos los días y tras cada comida. No debemos hacerlo de manera rápida, sino al menos durante un minuto y medio. Y también pasaremos el cepillo de dientes por la lengua.
-Cambiar el cepillo. El cepillo dental no es un instrumento de higiene eterno. Los dentistas recomiendan cambiarlo y usar uno nuevo cada tres meses.
-Enjuague bucal. Para cuidar la lengua tenemos más remedios. Uno de ello es el enjuague bucal que nos aporta frescura a la boca y acaba con el mal aliento que podemos tener en la lengua, siendo algo bastante normal por la cantidad de bacterias que se acumulan en esta zona.
-Vistas al dentista. Con el fin de comprobar que las bacterias se van y no sufrimos problemas bucales, debemos incrementar nuestras visitas al dentista. Conviene ir cada año o cada seis meses y no está de más realizar alguna limpieza bucal.
