glandulas-salivales

Tener resequedad en la boca es tan riesgoso como no realizar una higiene bucal adecuada o no asistir al dentista con regularidad. La saliva es vital en la cavidad bucal y la faringe, y son las glándulas submaxilares que la producen.

Entre las glándulas salivales mayores, las glándulas sublinguales se sitúan por debajo del suelo de la boca; las parótidas se encuentran una en cada mejilla sobre la mandíbula y por delante de las orejas; y las submandibulares están ubicadas en la parte de atrás de la boca y a ambos lados de la mandíbula.

La glándula submaxilar es la primera de las glándulas salivares en madurar. Su peso oscila en el adulto entre 10 y 15 gramos, aunque con la edad puede aumentar algo de tamaño de modo fisiológico, y recibe fibras parasimpáticas y secretomotoras para el correcto funcionamiento del sistema nervioso, derivadas del ganglio submaxilar.

La función de la saliva que estas glándulas producen es proteger la dentadura, facilitar la deglución y también combatir las posibles infecciones.

La boca es la apertura anterior del tubo digestivo de los seres humanos. Las glándulas submaxilares, sublinguales y parótidas son los tres pares de glándulas salivales capaces de secretar diariamente entre 1 y 2 litros de saliva como una defensa mecánica e inmunológica, permitiendo lubricar las mucosas, proteger los dientes y regular el pH.

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