Un artículo más en el que hablaremos acerca de las diferentes patologías que pueden afectar a la lengua. Aprovechamos la oportunidad para invitarte a leer el artículo anterior en el que comenzamos con el tema.
Glositis romboidal media
En la actualidad es una infección crónica que se produce por el Cándida Albicans, es más frecuente en los fumadores, si se ha tenido algún traumatismo o si se usan prótesis. El problema se presenta en la línea media del dorso lingual por delante de las papilas calciformes. La zona se muestra sin papilas o pueden darse caracteres exofilíticos y vegetantes.
Para dejar de tener esta patología será necesario dejar de fumar, eliminar los agentes que pueden ser irritantes, además de instaurar tratamientos a largo plazo, en ocasiones los tratamientos llegan a durar varios meses, incluyendo la toma de medicamentos antifúngicos con nistatina, gel de miconazol. Recuerda siempre que los medicamentos deberán ser recetados por un profesional, nunca te debes automedicar.
Lengua vellosa
Al hablar de la lengua vellosa nos estamos refiriendo a una hipertrofia de las papilas filiformes que están presentes en el dorso de la lengua, en algunos casos pueden tener unos 30 milímetros de altura. Estas papilas tienen una acción mecánica, con los movimientos de la lengua al hablar o comer se empiezan a desgastar lo que ayuda a que no crezcan de manera excesiva. Si la función fisiológica para las que están preparadas no es llevada a cabo las papilas comienzas a crecer y se sobreinfectan por el hongo Cándida lo que termina generando la lengua vellosa.
Su aparición es más frecuente en los pacientes que están tomando antibióticos de amplio espectro, corticoides, colutorios de manera indiscriminada y también en los fumadores. El color que toma la lengua es blanquecino, amarillo y, en algunos casos negro, todo dependerá de la acción de diferentes factores extrínsecos.
Si el problema es generado por la toma de antibióticos seguramente desaparecerá al dejar de tomarlos. Es muy importante llevar una correcta higiene bucal, cepillando la lengua para estimular la descamación papilar. Además de seguir un tratamiento antimiótico de manera prolongada.
Foto | Pixabay
