Se trata de una inflamación que se produce en los tejidos blandos que rodean a la corona de un diente que esté saliendo o que ya ha salido parcialmente. Es muy común cuando sale la muela de juicio. Es fácilmente detectable por la marcada hinchazón del rostro.

Entre los síntomas más frecuentes podemos ver una limitación para abrir bien la boca, mucho dolor e irritabilidad acompañada de incapacidad de deglutir. La pericoronitis debe ser tratada rápidamente ya que puede llegar a extenderse a otras partes de la boca afectando a los músculos pterigoideos. Otras de las consecuencias negativas que aparecen al no ser tratadas es la aparición de abscesos.

El trismos es otro síntoma frecuente de este trastorno, se trata de un escurrimiento de la saliva a través de la comisura labial, en este caso está acompañado de un aliento muy desagradable y alteración en el gusto.

Mediante diferentes investigaciones se ha concluido que se trata de una infección polimicrobiana. Es importante que tengamos presente que la pericoronitis no es una forma modificada de enfermedad periodontal.

Dentro del tratamiento normal se retira los detritus que se encuentran en la parte interior del saco pericoronario que rodea al diente, muchos profesionales también realizan una eliminación quirúrgica del capuchón pericoronario.

Foto | Flickr

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