Irrigador-bucal

Se sabe que para estar sanos la salud dental es uno de los elementos que hay que tener en cuenta. Y para tener una boca saludable es bien sabido que lo primero es una rutina de higiene constante y completa.

Y cada vez hay más opciones en el mercado que nos ayudan a tener unos dientes limpios. Está el cepillado, el hilo dental, el enjuague y hasta los cepillos interdentales. Pero también existe el irrigador.

Poco popular aún, el irrigador dental es una pequeña máquina similar en tamaño y forma a un cepillo de dientes eléctrico, que en su uso puede recordar a las que se utilizan en las consultas dentales.

Esta máquina, que puedes tener en tu baño e incorporar a tu rutina de higiene, facilita la limpieza de las zonas más complicadas de la boca, como las muelas del juicio. Esto se debe a que expulsa agua a gran presión y alcanza zonas más complicadas con el cepillado.

Su uso es muy sencillo y enseguida comienzan a notarse beneficios como el sentir la boca más fresca.

En el mercado pueden conseguirse de diferentes marcas y formatos, incluso hay uno portátil. La elección del modelo más adecuado dependerá siempre de las características personales y de si ya se sufre algún tipo de inflamación o infección bucal o si su uso es simplemente preventivo.

La sugerencia es que el irrigador bucal se incorpore como un paso más en el proceso de higiene bucal diario, utilizándolo una vez al día, preferiblemente tras el cepillado de dientes de la noche, durante aproximadamente dos minutos.

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