La enfermedad bucodental más común en niños y adultos de todo el mundo es la caries. Pero, la debilidad de la caries es que puede prevenirse.
Una de las formas más seguras y fáciles de evitar que la caries aparezca es el consumo de flúor desde que somos niños, sin superar los límites indicados por las autoridades médicas.
El flúor es el agente que protege a los dientes de las bacterias que los atacan constantemente. Son bacterias que se alimentan de los azúcares de los alimentos y las bebidas que consumimos, que se vuelven un ácido para desgastar el recubrimiento sólido externo de los dientes, o dicho en una sola palabra, el esmalte.
Además de proteger los dientes, el flúor los hace más fuertes y resistentes al ácido. Entonces, no solo reduce el riesgo de desarrollar caries, sino que también puede ayudar a revertir los signos tempranos del deterioro.
Por ello, los dentistas celebran como un logro de salud pública que en el siglo XX se haya agregado el mineral natural al agua de consumo, como una medida preventiva.
