La sedación en la clínica dental es una práctica que se ha vuelto común, debido a los beneficios que trae para el paciente y el dentista.
En este artículo te explicaremos en qué consiste la sedación y los métodos que se llevan a cabo en relación a ella dentro de la clínica.
Existen tres métodos más comunes vinculados con la sedación: pre medicación oral, óxido nitroso, sedación intravenosa. La elección de este método dependerá de la clínica y de las características de los pacientes a tratar.
La sedación en los adultos es ideal para tratar a los pacientes que tengan cierto grado de ansiedad ante los tratamientos odontológicos. La ansiedad puede ser consecuencia de una mala experiencia previa o de su perfil psicológico. En estos casos se emplea la sedación para ayudar a que el tratamiento sea más fácil de realizar por parte del paciente y del profesional.
Al estar el paciente más relajado y con un nivel de conciencia bajo la intervención es más fácil. Además la sedación se usa para las intervenciones que tienen una duración prolongada como implantes y cirugías, para evitar que el paciente se sienta incómodo o cansado.
Para realizar tratamientos con sedación se debe contar con la supervisión de personal cualificado que controle y vigile la sedación mediante un proceso previamente establecido, adecuándola en función a la duración y al tratamiento que necesitemos llevar a cabo.