endodoncia

El tratamiento de canales lo realiza un odontólogo o endodoncista para encontrar causas y luego tratar problemas en el centro blando del diente, que es la pulpa dental, explica la Asociación Dental Americana (ADA).

Antes de los avances que ha experimentado la odontología, los dientes con la pulpa dañada o infectada eran removidos, pues no había tratamientos para repararlos.

Desde hace algunas décadas el tratamiento de canales, o conductos, sirve para rescatar el diente, y evitar su remoción.

La pulpa es el tejido blando que contiene nervios, vasos sanguíneos y tejido conectivo. Es un sensible y se encuentra dentro del diente y se extiende desde la corona dental hasta la punta de la raíz en el hueso de la mandíbula.

Cuando la pulpa está enferma o dañada y no puede autorepararse, muere. La causa más común de la muerte de pulpa es un diente fracturado o una cavidad profunda. Ambos problemas pueden permitir que las bacterias entren a la pulpa, causando una infección dentro del diente.

LA ADA explica que sin tratamiento, se acumula pus en la punta de la raíz, en el hueso maxilar, formando una «bolsa de pus» llamada absceso, que causará daño al hueso alrededor de los dientes. Cuando la pulpa infectada no es removida, puede resultar en dolor e inflamación.

El tratamiento de canales con frecuencia involucra de una a tres visitas al odontólogo. El especialista remueve la pulpa enferma. Luego limpia y sella la cámara pulpar y el canal radicular del diente.

Un diente restaurado puede durar toda una vida si continúa cuidando sus dientes y encías. Sin embargo, son necesarias las visitas regulares al odontólogo. Mientras que la raíz de un diente tratado sea nutrida por los tejidos a su alrededor, su diente permanecerá sano.

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