Los niños adoran los chuches, y los quieren comer a todas horas. Pero hay que controlar el consumo de estos productos ricos en azúcar y carbohidratos, porque causan algunos problemas en su salud dental. A continuación algunas de las enfermedades y condiciones que pueden surgir del exceso de dulces.
Caries dental. El principal problema que ocasiona el consumo abusivo de chucherías es la aparición de caries en los dientes. Las bacterias de la boca se nutren de los azúcares y generan un ácido que daña el esmalte.
Aumento de peso. Es habitual que los alimentos ricos en azúcares también sean ricos en calorías. Por ello, su consumo provoca que el cuerpo gane peso con mayor facilidad. Si se come con frecuencia, el sobrepeso y la obesidad será mucho más probable.
Diabetes. La diabetes es una enfermedad muy extendida y ocasionada, en la gran mayoría de los casos, por un exceso de glucosa en sangre. Las personas que consumen azúcar en abundancia tienen un riesgo más elevado de desarrollar diabetes.
Hambre descontrolada. El consumo de azúcares de manera diaria da lugar a la aparición de resistencia a la leptina, la hormona que controla la sensación de hambre. Su falta de eficacia puede provocar pérdida de control sobre el hambre, que inevitablemente empujará a los niños a pedir comida más a menudo.
Insuficiencia renal. La pérdida progresiva de las funciones renales es otra de las grandes consecuencias de ingerir azúcar en grandes cantidades. Al igual que la diabetes, es un problema que se desarrollará si el abuso de azúcar se prolonga en el tiempo.
Enfermedades cardiovasculares. Varios estudios han determinado la relación que existe entre el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares y el consumo de azúcar en exceso.
Mala alimentación. Aquellas personas que consumen gran parte de sus calorías diarias de productos ricos en azúcar suelen sufrir deficiencias en elementos esenciales para el adecuado funcionamiento del organismo como la vitamina A y C, el ácido fólico, el calcio y el hierro.