Las encías se retraen por un proceso en el cual el margen de tejido de la encía que rodea el diente se desgasta o se retira hacia atrás, dejando expuesta a la pieza dental o a su raíz y además esta condición puede ser uno de los primeros signos de la enfermedad periodontal.
Cuando se produce la retracción de las encías se pueden generar lagunas entre los dientes y las encías, generando un espacio ideal para el desarrollo de las bacterias causantes de enfermedades y si no se trata, los apoyos y el tejido que brindan estructuras para los dientes pueden ser severamente dañados y en última instancia pueden dar lugar a la pérdida de dientes.
Esta condición es un problema dental común que la mayoría de las personas no saben cuándo se les manifiesta, ya que se produce de forma gradual, siendo el primer signo de la retracción de las encías la sensibilidad dental o se puede notar que un diente se ve más de lo normal y a menudo puede sentirse una muesca cerca de la línea de las encías.
Cuando la retracción de las encías se presenta no es algo que debamos ignorar, por ello si pensamos que nuestras encías se alejan de los dientes, es imprescindible concertar una cita con el dentista, ya que existen tratamientos que pueden reparar la encía y prevenir daños mayores.
Para tener muy en cuenta; la retracción de las encías puede tener su origen en una insuficiente atención dental como por ejemplo; insuficiencia de cepillado y uso del hilo dental, lo cual hace que sea fácil la conversión de la placa en sarro o tártaro, que es una sustancia tan dura que sólo puede ser removida por una limpieza dental profesional, ya que de lo contrario su acumulación en y entre los dientes provoca inevitablemente retracción del tejido que conforma a las encías.
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