Si bien tanto la acción infantil de chuparse el dedo y usar chupete son sin duda comportamientos relacionados, pero en el primer caso puede ser potencialmente más dañino para su hijo, ya que es un hábito más difícil de romper.
Tanto chuparse el pulgar o el chupete son comportamientos naturales para bebés, debido a que la succión es esencial para la supervivencia a través de la lactancia materna o de la botella, además de generar estímulos calmantes aliviando sus inquietudes o ansiedades.
La mayoría de los profesionales médicos están de acuerdo en que chuparse el dedo no presenta un problema en la primera infancia o al menos hasta que los dientes permanentes hacen su aparición, de hecho muchos niños dejan de chupar su dedo durante o incluso mucho antes de este tiempo.
Sin embargo los niños que siguen con este hábito después que los dientes permanentes salen, se encuentran en riesgo de desarrollar problemas tales como el apiñamiento de los dientes o por que se tuercen, en este último caso se puede ver afectado el aspecto físico, causando una angustia emocional adicional.
Si su hijo se resiste a abandonar el hábito de chuparse el dedo y los dientes permanentes están en el camino, aquí hay algunas estrategias que los pueden ayudar;
–Satisfacer la necesidad temprana de chupar: La investigación sugiere que a los bebés que se les permite succionar libremente su pulgar, dedo, chupete o tetina plegable en la primera infancia, suelen dejar de depender de la costumbre una vez que las habilidades para el desarrollo del lenguaje se manifiestan.
–Llegar a la raíz del problema; Si su hijo se chupa el pulgar por gusto o cuando está ansioso, se debe explorar la causa de su angustia, junto con algunas estrategias para ayudar a que se sienta más seguro. Si es demasiado joven o no está dispuesto a hablar de sus emociones, considere ofrecerle un reemplazo como un juguete.
–Alabar y no castigar; Siempre debe elogiar a su hijo por no chuparse el pulgar, pero evite castigar o avergonzarle cuando no lo hace, ya que debe recordar que esa actitud sólo puede empeorar las cosas.
Imagen: MF
