Algo malo está pasando en su boca si observa que sus dientes se desplazan. De todas las razones posibles, pocas son normales o comunes, a no ser por la edad, por lo que visitar al dentista será una opción inevitable.
Las causas del desplazamiento de los dientes son varias. Pueden ser:
-Periodontitis. La enfermedad infecciosa que ataca los tejidos de soporte del diente comienza como gingivitis, una inflamación de las encías que suele ir acompañada de sangrado en el cepillado. Si no es tratada a tiempo, acudiendo al especialista y con una buena higiene dental puede provocar la caída del diente.
-Traumatismo. Un golpe fuerte en la zona de la mandíbula puede provocar diversas lesiones en la boca. Desde la fractura total del diente a un astillado o su movimiento.
-Infecciones por caries. La caries es una de las grandes enemigas de los dientes. Es un proceso infeccioso que va socavando la estructura interna dental. Detectar una caries a tiempo evita que la infección llegue a la pulpa y los daños sean irreversibles, lo que significaría extraer el diente si no se ha caído por sí mismo.
-Ortodoncia. La ortodoncia propicia una mayor movilidad de los dientes. En estos casos no hay que preocuparse tanto porque estamos bajo la supervisión del odontólogo.
-Edad. Con el paso del tiempo los dientes se van descolocando y pierden fijación. Y se mueven. Para evitarlo es importante visitar al especialista para que supervise la correcta posición de los dientes, ya que eso evitará que se empiecen a mover.
-Malos hábitos. Utilizar los dientes como tijeras o de sacacorchos puede dañar las piezas dentales, produciendo desgastes, fracturas y el movimiento de los dientes.
-Bruxismo. El bruxismo puede ser tratado con férulas y así evitar el desgaste de los dientes e incluso, en casos extremos, su movimiento y la pérdida dental.