La endodoncia es tratamiento de conductos mediante el que se elimina totalmente el nervio de un diente para posteriormente sellar los conductos y colocar una obturación o empaste. Se necesita cuando la pulpa o nervio está afectada permanentemente por causa de una caries profunda, traumatismos u otro tipo de lesión dental. Cuando el nervio de un diente se ve afectado, suele volverse sensible al frío, el calor o la masticación, provocando dolor. El tratamiento por excelencia es la endodoncia, y aunque tiene un índice de éxito del 90%, puede fracasar por diversos motivos.
Causas de fracaso de una endodoncia
Los principales motivos por los que una endodoncia puede fracasar son:
- No haber localizado un conducto. Aunque anatómicamente una muela suele tener tres conductos, existen casos en los que pueden tener cuatro e incluso cinco. Dejar un conducto sin localizar, dejará bacterias sin eliminar.
- Perforación de un conducto. Si al limpiar un conducto, se abre una falsa vía con las limas empleadas para la extracción del nervio, no se conseguirá eliminar todo el tejido pulpar afectado.
- Prescindir de las radiografías de control durante la endodoncia antes, durante y terminado el tratamiento, puede llevar a cometer errores y que fracase.
- No desinfectar correctamente los conductos. El dentista especializado, suele utilizar hipoclorito de sodio para remover las bacterias de la cavidad pulpar. No utilizar este producto permitirá que queden restos inflamados y/o infectados.
- Calcular mal la longitud de trabajo. Se debemos medir la longitud de cada conducto con la ayuda de un dispositivo denominado localizador de ápices. Es importante además hacer una radiografía de comprobación para asegurar que el localizador no se equivoca.
- No obturar correctamente los conductos radiculares, una vez eliminada toda la pulpa y rellenar los conductos perfectamente. No haber rellenado correctamente los conductos, permitirá que las bacterias vuelvan a colonizarlos.
- Aunque la endodoncia esté bien realizada, la presencia de una fisura o de una fractura vertical, a veces muy complicada de diagnosticar, provocará que la endodoncia no resuelva el problema. El diente en este caso deberá ser extraído.
Síntomas de una endodoncia fracasada
Existen determinados síntomas que pueden alertar sobre el fracaso de la endodoncia:
- Dolor intenso que no remite.
- Sensibilidad o dolor al masticar de modo constante.
- Sensibilidad al palpar la zona o al golpear ligeramente el diente endodonciado.
- Inflamación de la encía alrededor del diente.
Si se ha sometido a un tratamiento de endodoncia, y tras unos días continúan las molestias, es recomendable acudir a su dentista para que realice una radiografía de control y pueda determinar a tiempo la evolución de su tratamiento.
