anestesia bucal

Nada tiene que salir mal en una intervención dental, así que no hay nada de qué preocuparse. Pero, siempre hay que apostar a lo seguro.

Por eso, si te someterás a una intervención que requiere la aplicación de anestesia local, debes aclarar algunos puntos con tu dentista.

El Consejo General de Dentistas explica cuáles son esos puntos importante que permitirán prevenir efectos indeseados de la anestesia bucodental.

Lo primero, advertir al dentista de cualquier enfermedad que padezcamos (hipertensión, diabetes, etc.) y de los medicamentos que estemos tomando (incluidos analgésicos y otros de uso común).

Luego informar de cualquier alergia que tengamos o de si experimentamos mareos frecuentemente.

Ahora, una vez aclarados estos puntos, debes conocer los inconvenientes más frecuentes, y como evitarlos.

-Heridas por mordedura de las zonas insensibilizadas (lengua, labios, mejillas). Evita masticar y mordisquearte en la zona hasta que haya pasado el efecto de la anestesia.

– Daños por la aguja en vasos sanguíneos, nervios, músculos durante el proceso de inyección. Suelen ser leves y como mucho provocar pequeños hematomas («moratones»).

– Mareos, bien por la ansiedad (casi siempre inevitable), bien por disminución de la tensión arterial. Si te ocurren, debes comunicarlo tan pronto se produzcan.

-Parálisis facial transitoria, aunque muy rara puede ocurrir por infiltración con el anestésico de la glándula parótida (que está atravesada por el nervio facial).

También es muy raro que se tenga hipersensibilidad (alergia) al anestésico o a alguna otra sustancia presente en la solución anestésica sin saberlo.

Debes evitar movimientos bruscos de la cabeza cuando se aplica.

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