El tratamiento del conducto radicular es un procedimiento odontológico que no sólo puede salvar la pieza dental, sino también puede mejorar la calidad de vida de una persona, según un nuevo estudio.
El estudio fue llevado a cabo en China y descubrió que el tratamiento del conducto radicular mejoró las puntuaciones en una encuesta sobre calidad de vida en aquellos que lo recibieron. La encuesta tuvo un seguimiento después de un mes y de seis meses, en el cual se volvían a formular las mismas preguntas que en total eran 14, sobre los efectos en la salud bucal de una persona referente a:
-Comer
-Hablar
-Nivel de dolor
-Sentirse cohibido o avergonzado
-Estrés
-La productividad del trabajo
-Satisfacción con la vida en general
Los resultados obtenidos mostraron mejoría un mes después del tratamiento de conducto radicular, condición que mejoró aún más a los seis meses de tratamiento. Los investigadores dicen que la mayoría de los estudios realizados sobre el tema solo tuvieron un enfoque del tratamiento del conducto radicular como ayuda para salvar un diente, a diferencia de este nuevo estudio que evaluó sus alcances sobre el bienestar general de una persona.
Como dato a tener en cuenta, el tratamiento del conducto radicular se lleva a cabo cuando el centro de un diente llamado “pulpa”, se infecta o se inflama, situación que puede suceder debido a la caries, trauma, una grieta o un chip en el diente.
Un tratamiento del conducto radicular puede ser necesario cuando:
-El dolor de dientes es intenso, especialmente al masticar.
-Hay alta sensibilidad de un diente al calor o al frío.
-Inflamación y sensibilidad de las encías cerca del diente.
-Un diente (oscuro) descolorido.
Durante el tratamiento, un dentista quita la pulpa infectada, limpia y desinfecta el centro del diente y lo rellena con un material similar al caucho, para luego cubrir el diente con una corona o incrustación dependiendo del caso. El tratamiento de conducto puede llevar una o dos visitas al dentista.
Imagen; MF