Algunos residente de Gran Bretaña debieron arreglarse por sí mismos problemas relacionados con la salud de su boca en medio de la cuarentena en ese país.

En un reportaje, la agencia de noticias AFP destaca el caso de un hombre que debió hacerse su propio empaste, al encontrar que la clínica estaba cerrada completamente en el marco de la prevención por la Covid-19.

Las clínicas dentales estarán cerradas en Gran Bretaña hasta el 8 de junio, cuando se tiene prevista su reapertura. Mientras tanto, atienden las emergencias más estrictas y un empaste roto no califica como tal.

La agencia indica: Cuando desde la clínica dental le pidieron que se cambiara él mismo el empaste, Dominic Price no lo podía creer. “Pero así es”, añade el británico, forzado a hacer de dentista, como muchos otros durante el confinamiento.

Price se rompió un empaste al comer un caramelo dos días después del inicio de la cuarentena. “Llamé al dentista, creía que habrían puesto en marcha algún sistema, pero se confirmaron mis sospechas: no era posible ver a nadie”, agrega la nota.

Price, residente en Salisbury, en el sur de Inglaterra, se tuvo que contentar con que le recomendaran “ir a Google” y comprarse un kit para curarse en casa.

Aunque pudo resolver, se sintió en la época victoriana. Su esposa le aplicó la cura como lo explicaba el kit. “Es fácil de utilizar y no da demasiado miedo. Pero en la parte de atrás del paquete está escrito bien claro que hay que consultar con un dentista al cabo de 48 horas, y eso es algo que ahora mismo no se puede hacer”, comentó Price a la AFP.

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