La salud y calidad bucodental van adquiriendo más importancia y mejorando cada vez más gracias al avance de nuevas tecnologías, que facilitan muchos de los procedimientos médicos.

Es el caso de la impresión 3D, que ya se ha introducido en sectores como la odontología, y en clínicas dentales como Mydent en Parla y Alcorcón

Nuestros equipos de dentistas en Alcorcón y dentistas en Parla afirman que esta innovadora técnica ha sido una gran aportación a la hora de adaptar soluciones a cada paciente. Además, permite gastar mucho menos tiempo, materiales y espacio de almacenamiento, reduce los plazos de entrega y se ofrecen aparatos de odontología más precisos, cómodos y eficaces.

En el caso de las prótesis, por ejemplo, los modelos de las bocas de los pacientes se imprimen por tecnología 3D de manera inmediata, evitando retrasos innecesarios y pérdidas de precisión. Las prótesis dentales 3D permiten un mayor ajuste, satisfacción y confort. Para el profesional sanitario, contar con estas prótesis facilita su trabajo y optimiza sus resultados. Todo son ventajas tanto para los profesionales como para los pacientes.

Aunque la odontología es una de las áreas que más ha tardado en adoptar la tecnología de impresión 3D, se han hecho grandes avances y ya hay varios tipos de tecnología involucrados en la fabricación aditiva en el sector dental, como la deposición fundida, la fotopolimerización o la sinterización selectiva.

Cada proceso tiene diferentes ventajas, y su elección dependerá principalmente de las aplicaciones que deseemos. La tecnología FDM, por ejemplo, produce piezas con un bajo costo y no necesita procesamiento después de la impresión. En general, esta tecnología servirá para crear modelos de ortodoncia dental que se usarán para desarrollar alineadores.

Otro de los procesos principales de fabricación aditiva que se utilizan en el sector dental es el curado por luz, que ofrece una resolución mucho más alta, con más detalle y con materiales biocompatibles, en este caso resinas líquidas. Combinado con materiales aprobados por CE/FDA, la fotopolimerización, y particularmente DLP, ofrece impresiones más precisas, lo que permite dispositivos más ágiles. El tiempo de fabricación se reduce gracias a que el acabado es mucho menos complejo, lo que, a su vez, beneficia a los profesionales, que pueden tratar a sus pacientes más rápido.

Como podemos ver hasta ahora, la impresión 3D ha conseguido grandes avances en el campo de la salud dental, que se reflejan en beneficios para el paciente, quien recibe un tratamiento mucho más personalizado y de mejor calidad en menos tiempo.

Todos estos datos han provocado que la impresión 3D en odontología creciera en un 35% en 2018, según el informe de SmarTech Publishing. Sin duda, el futuro es alentador para este sector.

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