Dos elementos que el estudiante de odontología aprende en su carrera universitaria es la patología oral y a la semiología. Y en ellas encuentra herramientas fundamentales que le permiten hacer un acertado diagnóstico.
Que el médico esté capacitado para detectar oportunamente la presencia de signos y síntomas de enfermedades sistémicas tan graves como el cáncer, que con un diagnóstico precoz se puede salvar la vida del paciente.
“Por esto, el sostén de un diagnóstico de calidad, base de un correcto tratamiento, es una historia clínica completa” describe Roberto Ardilla, especialista en marketing.
“La semiología es entonces el foco en donde debe el profesional poner la mirada y la patología aquél en donde debe detenerla, haciendo un diagnóstico de calidad, determinante y concluyente hacia el mejor tratamiento”, amplía.
El gerente para Latinoamérica de K&PGROUP, describe que la responsabilidad con que se haga el diagnóstico marcará la diferencia y hará al profesional competitivo. Porque no se trata sólo del tratamiento odontológico, sino de mejorar también las condiciones de salud general del paciente.
Es entones que el precio de un tratamiento se desmitifica, pues se hace notoria la calidad de la atención. Por eso es importante el primer contacto doctor-paciente, porque hace la diferencia en la prestación del servicio, la confianza del paciente se fortalece, y por ende, las alternativas del odontólogo, como su asesor en salud, se modifican, haciendo de los precios un medio no determinante en la decisión de la aceptación del tratamiento.