Serán dos años y medio los que pasará en la cárcel el hombre que en un caso de intrusismo profesional, al actuar como dentista y destrozar la dentadura de un paciente en Avilés, por lo que además se le suma el delito de lesiones por imprudencia.
La magistrada del Juzgado de lo penal nº 1 de Avilés resolvió la causa presentada en juicio oral y público, y las diligencias previas procedentes del juzgado de instrucción N.º 6 de la citada ciudad.
El procesado es un comercial de productos de implantología que en marzo de 2014 se hizo pasar por un falso dentista para realizar una intervención a un hombre, colaborando con un odontólogo que prestó su clínica en Avilés.
Al asociado, la jueza también le condenado a un año y nueve meses de prisión, por los mismos delitos y a la inhabilitación del ejercicio de su profesión durante un año. Los dos tendrán que hacer frente a indemnizaciones, el primero de unos 15.000 euros y el segundo de unos 3500 euros.
En el juicio quedó demostrado que el demandante contactó con el falso odontólogo a través de una tercera persona, para que pusiera unos implantes. Y que accedió a ser intervenido en la clínica dental de su cooperador, que si era dentista.
“El dueño de la clínica donde se realizó la intervención, que sí era odontólogo, participó en ella, anestesiando al paciente, pero fue el comercial el que le hizo los implantes, sin respetar los tiempos y condiciones para hacerlo y sin los conocimientos necesarios. Lo que provocó lesiones en el paciente y un largo y tedioso proceso de curación de 90 días”.
La sentencia no es firme y contra ella cabe recurso.