Hay elementos importantes en la consulta odontológica que hacen atraer clientes. La calidad de los servicios, la preparación y formación de los dentistas, la pulcritud de las instalaciones y el trato de los empleados son buenos referentes.
Pero el precio de los servicios que se prestan también influye en la decisión de la persona que requiere algún tratamiento. Y calcularlo es importante para no trabajar a pérdidas, pero tampoco para exagerar.
Hay variables como la fuerte competencia y la escasez de preparación en las universidades, que llevan a establecer precios sin tomar en cuenta otros factores, sin tener conocimiento de las consecuencias que pueden llevar inclusive hasta el cierre del centro odontológico.
Aquí algunas claves para determinar precios justos y razonables, que se traduzcan en captación de pacientes y sostenibilidad.
-No sacrificar la rentabilidad. La idea es sobrevivir al complicado mercado siendo rentable. Hacer guerra de precios para tener el más bajo es sumamente riesgoso, ya que el disminuir costos nos limitará y nos dejará con un pequeño margen con el cual maniobrar en el centro odontológico haciendo más vulnerable nuestra rentabilidad y sustentabilidad.
-Definir ganancias. Partiendo de la vinculación entre el precio mayor y un valor mayor del servicio, se puede fijar un precio correcto. Lo importante es hacer un análisis detallado con los costos que implica brindar a nuestros pacientes los diversos servicios en el centro odontológico (renta, costos de equipo, materiales, luz, agua, sueldos, publicidad, etc.).
-No olvidar la competencia. Aquí hay que idear un plan de benchmarking, un estudio entre nosotros y nuestros competidores. Aunque este estudio es complejo, es de gran ayuda ya que involucra mucho más que indagar sobre sus precios aunque por el momento, eso es lo que nos interesa en esta ocasión para poder conocer un panorama del mercado actual.
