Abordado en el Congreso Dental Yankee en Boston en enero de este año, al que asistieron dentistas de todo el mundo, la tendencia al consumo poco regulado de dulces, está siendo un problema para la salud bucal y su repercusión en la salud general. En algunos países el consumo medio diario de azúcar blanca refinada añadida por persona es de 300 calorías (20 cucharaditas u 80 gramos) cuando la American Heart Association recomienda sólo seis cucharaditas (24 gramos) diarias para las mujeres y nueve cucharaditas (36 gramos) diarias para los hombres y aunque parece poco probable la ingestión continua de azúcar, cuenta también la azúcar añadida en alimentos y bebidas.

Según un artículo de Harvard Pilgrim Healthcare en 2015, las fuentes más comunes de azúcar añadida en nuestras dietas son:

  • Sodas, bebidas para deportistas y bebidas energéticas
  • Azúcar procesado, como el azúcar de mesa y los dulces
  • Productos horneados dulces, como pasteles, galletas y pasteles
  • Bebidas de frutas, como los auxiliares de frutas y el ponche de frutas
  • Productos lácteos, como helado y yogur azucarado
  • Cereales endulzados, listos para comer

Entre los productos con mayor concentración de azúcar, aunque no se trate de azúcar blanca procesada se encuentran:

  • Jarabe de Maíz Alto en Fructosa
  • Azúcar de palma de coco
  • Jarabe de arce
  • Jugo de Caña Evaporada
  • Miel
  • Jarabe de Arroz Integral
  • Jarabe de Agave
  • Concentrados de Jugo
  • Maltosa/Dextrosa

La FDA reconoce que el eritritol, la estevia, la isomaltitol, el sorbitol y el maltitol son alternativas seguras al azúcar blanco porque se extraen de frutas, alimentos fermentados, hierbas naturales, remolachas, frutas de hueso, bayas y almidones. El xilitol, sorbitol, maltitol, manitol, etc. se encuentran de forma natural en las plantas, no se absorben por completo, presentan un índice glucémico más bajo que el azúcar blanco, tienen menos calorías por gramo y no favorecen la formación de caries como otros azúcares.

Cabe destacar que, dentro de este grupo, el xilitol presenta algunos inconvenientes. Se obtiene de bayas, avena, hongos y se extrae de los árboles de madera dura. Tiene la misma dulzura que el azúcar blanco, pero es anticariogénico, lo que significa que interfiere con el desarrollo de la caries dental, estimula el flujo de saliva manteniendo las glándulas salivales trabajando en la boca, para que los dientes permanezcan húmedos previniendo la placa y la caries. El gran problema es que sus posibles efectos secundarios son infecciones de oído y osteoporosis.

Otra alternativa para satisfacer un gusto por los dulces son los edulcorantes aprobados por la FDA, como Sacarina o Aspartamo, pero están alterados químicamente y han generado polémicas sobre los efectos secundarios sobre el organismo. La sociedad ha aumentado tanto su tolerancia al azúcar, que se buscan medios alternativos para endulzar los alimentos, aunque requiera incluir edulcorantes artificiales. El azúcar está presente de manera natural en los alimentos, como en una pieza de fruta, pero parece no ser lo suficientemente dulce para satisfacer el antojo de azúcar.

¿Qué provoca todo el azúcar añadido a nuestro organismo?

  • Aumento de peso que puede llevar a la obesidad.
  • El exceso de azúcar eleva el desequilibrio del colesterol y de insulina del cuerpo, lo que significa que se necesita más insulina para equilibrar la glucosa en sangre.
  • Aumenta la deposición de grasa visceral e intrahepática, así como los niveles de triglicéridos, hipertensión y presión arterial.
  • Compromete la ingesta de vitaminas y minerales.
  • Incrementa el riesgo y las células cancerosas del páncreas.

¿Qué podemos hacer para reducir el consumo de azúcar procesada?

  • Leer las etiquetas de los productos que consumimos.
  • Eliminar las bebidas azucaradas.
  • Productos como los zumos de fruta, deberán indicar “100% Zumo de Fruta” en la etiqueta.
  • Reducir los antojos con sustituciones como frutos secos.
  • Hacer ejercicios siempre que pueda, para quemar las calorías
  • Intentar sustituir el azúcar refinado por alternativas seguras al azúcar.

Consumir menos azúcar refinada hará que su organismo vuelva a sentir satisfacción con la dulzura natural.

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