Los pacientes edéntulos (sin dientes) que sufren una enfermedad coronaria (EC) tienen casi el doble de riesgo de muerte que los que tienen todas sus piezas dentales en la boca.
Un estudio internacional determinó que la pérdida de dientes puede ser considerada una forma fácil y económica de identificar a los pacientes con mayor riesgo de muerte y que necesitan esfuerzos preventivos más intensos.
En la investigación fueron tomados en cuenta los datos de 15.456 pacientes de 39 países con enfermedad coronaria, y se halló que los niveles de pérdida de dientes estaban linealmente asociados con el aumento de las tasas de mortalidad.
La información sobre factores psicosociales, número de dientes y hábitos de vida, como el tabaquismo y la actividad física, se evaluó mediante un cuestionario al inicio del estudio.
La investigación fue publicada en la revista European Journal of Preventive Cardiology, en un artículo titulado “Tooth loss is independently associated with poor outcomes in stable coronary heart disease”.
De los pacientes estudiados, aproximadamente el 16% reportó estar desdentado y aproximadamente el 40% había perdido la mitad de sus dientes. Según los investigadores, se halló un alto nivel de pérdida de dientes predominantemente en mujeres mayores fumadoras que eran menos activas y más propensas a tener diabetes, presión arterial alta, mayor índice de masa corporal y menos educación.
En cuanto a la relación entre EC y la pérdida de dientes, el grupo sin dientes tenía un aumento de riesgo del 27% de los principales eventos cardiovasculares: muerte cardiovascular, infarto de miocardio o accidente cerebrovascular.
Además, los pacientes desdentados tenían un riesgo un 85% mayor de muerte cardiovascular, un 81% mayor riesgo de muerte por cualquier causa y un 67% más de riesgo de accidente cerebrovascular, en comparación con los pacientes que tenían todos los dientes.