Durante la pandemia hubo un aumento significativo de los casos de bruxismo, una realidad que expuso el Colegio de Odontólogos y Estomatólogos de la VIII Región oportunamente.
De acuerdo al análisis, el estrés provocado por la difícil situación sanitaria, social y económica, provocó que las personas presionaran sus dientes inconscientemente.
No hay una cura para el bruxismo, pero existen tratamientos y dispositivos que ayudan a controlarlo.
Una revisión sistemática publicada en el Journal of Prosthetic Dentistry analiza 11 ensayos controlados aleatorios publicados entre 2008 y 2021, y evalúa los resultados clínicos de la neurotoxina botulínica tipo A (BoNT-A) en el tratamiento del bruxismo primario en adultos.
El resultado fue positivo: Todos los estudios incluidos mostraron efectos positivos del uso de BoNT-A en la reducción de los síntomas del bruxismo, incluido el dolor.
En la revisión se obtuvo un total de 741 referencias de las 6 bases de datos consultadas, con 211 participantes a los que se había aplicado tratamiento con cuatro marcas diferentes de BoNT-A, en dosis totales que oscilaron entre 40 y 200 unidades por participante.
Concretamente, las dosis de BoNT-A <25 unidades inyectadas exclusivamente en el músculo masetero mostraron una mejoría en los síntomas de bruxismo primario en cuatro de los casos.