Un equipo liderado por científicos del Instituto de Biología Molecular de Barcelona del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (IBMB-CSIC) ha descifrado un mecanismo de ataque de la principal bacteria causante de la periodontitis grave, que afecta a las encías, un avance que podría servir para crear antisépticos bucales específicos que consigan acabar con esta bacteria.

El microbioma bucal humano, que se entiende por el conjunto de microorganismos que se localizan de manera normal en la zona bucal de los seres vivos pluricelulares, tales como el ser humano, está formado por más de 6.000 millones de bacterias de más de 770 especies, que son mayoritariamente comensales o mutualistas y contribuyen autorregulación, conducentes al mantenimiento de las propiedades del medio interno del organismo y la buena salud oral.

Hay que tener en cuenta, que el mantener una dieta adecuada, equilibrada y con alimentos que ayuden a mantener sana y fuerte nuestra salud bucodental, así como la propia higiene es primordial ya que de lo contrario podemos tener alteraciones en nuestro microbioma y facilitar a un gran crecimiento de patógenos que superen en número a las especies beneficiosas y sean quienes tomen el control del microbioma oral.

Está más que comprobado que una descuidada higiene bucodental, además de otros factores, conduce a la aparición de caries y periodontitis, que en su faceta más grave desemboca en la inflamación de las encías y destrucción del tejido blando, con la posibilidad de la pérdida de la pieza dentaria.

En nuestro país, 8 millones de adultos, uno de cada tres, presentan alguna forma de enfermedad periodontal.

Proteínas influyentes en la enfermedad periodontal

‘Porphyromonas gingivalis’ es el nombre de la  especie patogénica del microbioma bucal humano de la cual han descubierto los investigadores como elemento clave en esta enfermedad bucodental. Esta bacteria tiene un sistema de secreción (denominado T9SS) para enviar proteínas al medio que la rodea, el tejido gingival que protege los dientes.

Las  proteínas producidas por “Porphyromonas gingivalis” participan en la virulencia de las bacterias, en la inflamación y la destrucción de tejido blando de las encías y, que sin tratamiento en última instancia, puede destruir el hueso que sostiene los dientes y derivar en la pérdida de estos en caso de periodontitis grave.

El sistema de secreción estudiado por los científicos, el T9SS, tiene una enzima clave, denominada PorU, que ejecuta dos pasos esenciales para que las proteínas cargos puedan ser secretadas de forma provechosa para la bacteria.

“Hemos podido determinar que una estrategia de dimerización, un tipo de reacción química, de la enzima PorU proteína es la responsable de regular su actividad, reprimiéndola hasta que llega a la membrana exterior de la bacteria, donde se asocia a un complejo de ensamblaje que permite la secreción de las proteínas cargos”, explica el investigador del IBMB-CSIC, Francesc Xavier Gomis-Rüth, uno de los líderes del trabajo.

Clave para avanzar en higiene dental

Los expertos destacan que, dado que la enzima PorU solo se encuentra en especies bacterianas, el conocimiento de su estructura y función podría servir para el desarrollo de antisépticos bucales específicos para combatir la bacteria “Porphyromonas gingivalis” y, en consecuencia, mejorar los tratamientos contra la periodontitis.

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