La visita al dentista ya no es solo una cuestión estética o de salud bucal: para una gran mayoría de los españoles, se ha convertido en una pieza clave en el cuidado integral de su salud. Según una encuesta elaborada por la Sociedad Española de Periodoncia (SEPA) entre más de 3.000 personas, el 66% de la población adulta en España acude al dentista al menos una vez al año. Este dato evidencia una mejora progresiva en los hábitos de prevención y autocuidado, aunque aún con desigualdades marcadas según edad, nivel educativo e ingresos.

Uno de los factores determinantes para mantener una mayor frecuencia en las visitas odontológicas es el nivel educativo: el 72% de las personas con estudios universitarios afirma acudir al dentista anualmente, frente a porcentajes menores en niveles formativos más bajos. El nivel de renta también resulta decisivo: entre quienes superan los 3.000 euros mensuales, el porcentaje asciende al 76%.

El estudio también muestra diferencias por edad. Entre los 55 y 64 años, el 72% visita al dentista al menos una vez al año, superando la media nacional. Sin embargo, en el grupo de mayores de 75 años el porcentaje cae al 49%, revelando una brecha de acceso y seguimiento sanitario entre los grupos de edad avanzada.

En cuanto a los tratamientos más comunes, la limpieza dental se sitúa en cabeza, mencionada por el 58% de los encuestados, seguida por obturaciones y extracciones. Pero más allá de los tratamientos, hay un cambio de percepción sobre el papel del odontólogo: más de la mitad de los participantes considera que el equipo profesional de la clínica dental puede contribuir activamente a mejorar la salud general, ayudando incluso a abandonar hábitos nocivos como el tabaquismo o mejorar la dieta.

José Nart, presidente de SEPA, subraya que “la odontología no solo trata la boca, también ayuda a prevenir enfermedades sistémicas, como la diabetes o la hipertensión”. De hecho, el 52% de los encuestados considera que el dentista debería participar en la detección precoz de la diabetes, y el 51% ve con buenos ojos que también lo haga con la hipertensión.

Este enfoque multidisciplinar confirma una tendencia emergente: las clínicas dentales evolucionan hacia espacios de salud integral, con una visión cada vez más holística de la prevención.