En la provincia de Castellón los dentistas se sumaron a la fase 0 de desescalada y poco a poco se han reintegrado a su trabajo, atendiendo pacientes sin que sea una urgencia.
Pero lo han hecho con un reforzamiento de sus medidas de higiene y seguridad, que ya eran estrictas antes de la crisis sanitaria por covid19, y así ofrecer mayores garantías a los pacientes y al sector.
El Colegio Oficial de Dentistas de Castellón informó que las clínicas dentales de la provincia están preparadas para dar este paso, pues “disponen ya de medidas y protocolos de seguridad e higiene elevados, como técnicas de esterilización, limpieza y desinfección de superficies y uso obligatorio de mascarillas y guantes, entre otras, que ahora vamos a reforzar con las nuevas acciones recomendadas por las autoridades sanitarias”.
En un comunicado, la presidenta del Codecs, Salomé García, explicó que las nuevas medidas pueden incluir, según la situación y la decisión de cada profesional, la instalación de mamparas de seguridad en la recepción; la utilización de termómetros digitales por infrarrojos; y la aplicación de la distancia social entre pacientes en las salas de espera, que quedarán libres de revistas y de dispensadores de agua.
Además, las citas se organizan de forma escalonada para evitar concentración de personas en el centro; y se incorporarán mascarillas FPP2, gafas cerradas y bien adaptadas o máscara facial y batas impermeables de protección para mejorar la seguridad profesional.
El paciente también debe llevar su mascarilla, acudir solo si no es menor o una persona mayor, y cumplir las reglas una vez en la clínica.
En el gabinete se suma además el hincapié en la organización de pacientes y apostar por sistemas de aspiración de alta potencia y por una ventilación reforzada de los espacios, en función de la situación y de la decisión que adopte el dentista.
