Hoy en día la población pone en valor cada vez más la preservación de la salud bucodental. Los tratamientos endodónticos son cada vez más aceptados por la sociedad en general. Como explica la Asociación Española de Endodoncia, la Endodoncia es la rama de la Odontología que trata de la morfología, fisiología y patología de la pulpa dental y de los tejidos alrededor de la raíz.

El objetivo, según del Colegio de Dentistas de España: ayudar a conservar una sonrisa natural, comer con comodidad y que el diente pueda durar como el resto de la dentición.

Aunque todo lo anterior no es el único cometido de la endodoncia. Esta además, se ocupa de prevenir las infecciones dentales, de su curación y de regenerar el propio hueso perdido alrededor del diente como consecuencia de la patología dental.

Motivos por lo que puede ser necesaria una endodoncia y sus complicaciones

El tratamiento endodóntico es necesario para dientes infectados o descompuestos gravemente cuya causa parte del nervio del diente.

Las causas que puede provocar esta situación pueden varias siendo las más comunes: la caries profunda, traumatismos o fracturas en el diente y por otros procesos patológicos que puedan afectar al diente.

Es una patología que no hay que ignorar. Los especialistas recomiendan tratar la inflamación o la infección, ya que puede presentarse dolor intermitente o constante y, a veces, puede aparecer un flemón (con hinchazón de la encía de la mucosa oral) o una fístula (con supuración).

En ocasiones no hay síntomas, pero de forma común pueden darse: cambios del color sano de la encía, hinchazón y molestia en la misma alrededor del diente, dolor y sensibilidad prolongada al frío o al calor, al masticar y al tacto.

En ocasiones pueden aparecer ciertas complicaciones en una endodoncia, por ejemplo, en algunos casos, el conducto (o conductos) presentan una anatomía compleja puede producirse una fisura en la raíz, y como consecuencia del intento de limpieza.

Otra dificultad técnica que se presenta a veces es la del defecto de sellado del conducto. Aquellas endodoncias con sellados cortos en las raíces tienen más probabilidades de causar problemas a posteriori, ya que pueden entrar bacterias desde el final de la raíz por un mal sellado de la obturación radicular.

Las complicaciones también pueden venir por falta de cuidado. Los especialistas explican que hasta que la endodoncia no esté finalizada y el diente reconstruido, hay que tomar una serie de medidas tales como no tomar alimentos muy duros que puedan fracturar el diente, ni chicles o caramelos pegajosos. Aconsejan masticar con el lado opuesto de donde se encuentra la endodoncia y evitar morder o masticar con fuerza. Como en todo momento,  hay que extremar la higiene dental con el cepillo y pasta dentífrica fluorada.

Como prioridad siempre se intentará mantener el diente natural, si bien cuando no es posible es necesario realizar la extracción de la pieza dental,  y su sustitución por un implante.

La tecnología actual convierte a la endodoncia en un tratamiento sin dolor, rápido y seguro. De hecho, el dolor suele estar antes de realizarse el tratamiento, ya que las infecciones y descomposiciones producidas por caries suelen molestas.

La clave para evitar cualquier tipo de patología bucodental: esmero en la higiene oral, seguir una dieta saludable y equilibrada con un consumo regular de verduras, frutas y hortalizas minimizando el consumo de azúcares y de grasas, evitar el tabaco y el alcohol, además de revisiones periódicas con el profesional correspondiente.

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