La atención odontológica, aunque acostumbrada a mantener en su línea a virus y bacterias, ha reforzado sus medidas de bioseguridad para evitar el contagio de Covid-19 en un consultorio dental.

Por eso, la Federación Dental Internacional recogió en diez puntos las medidas y recomendaciones para la práctica odontológica y la promoción de la salud bucal en la etapa de Covid-19.

A continuación los enunciados de la FDI:

– La salud oral es un componente fundamental de la salud y el bienestar en general y el cuidado de la salud bucal es un servicio público esencial que debe hacerse lo más accesible posible. Las autoridades deben garantizar el acceso a la atención de la salud bucal y establecer medidas para mejorar el acceso donde sea factible, incluyendo servicios de teleodontología, clínicas de emergencia y las iniciativas de promoción de la salud bucal.

–  Los profesionales de la salud oral deben incluirse en todas las discusiones y decisiones relacionadas a la regulación y orientación de la prestación de servicios sanitarios durante la pandemia.

–  Siempre que sea posible y pertinente, las autoridades deben proporcionar el apoyo financiero y administrativo apropiado para los dentistas como dueños de negocios y profesionales liberales, e implementar medidas fiscales apropiadas, para reducir la carga financiera sobre las prácticas dentales y garantizar la continuación de la atención adecuada durante y después de la pandemia.

-Todas las reglamentaciones y orientaciones para los profesionales de la salud bucal y la atención de la salud bucal deben tener en cuenta la situación actual de salud pública y las necesidades del país, y no solo el riesgo de infección individual de profesionales y pacientes.

-Los profesionales de la salud oral deben seguir estrictamente todas las pautas y regulaciones nacionales vigentes, incluidas aquellas en relación con los equipos de protección personal (EPIS), así como los procedimientos de tratamientos y de admisión del paciente.

– Las autoridades deben garantizar un fácil acceso a EPIS a costes razonables.

– Los profesionales de la salud oral tienen la responsabilidad de garantizar la atención de urgencia siempre que sea posible y cuando esté permitido por las regulaciones nacionales.

– Los profesionales de la salud oral deben aprovechar todas las oportunidades para comunicarse y reforzar los mensajes de prevención con el fin de ayudar a reducir la necesidad de tratamiento, las visitas dentales evitables y los costes de atención médica.

– Los dentistas / propietarios de clínicas tienen la responsabilidad de proteger la salud y el bienestar de su personal y pacientes.

– La investigación adicional sobre el SARS-CoV-2 y su transmisión, incluidas las consideraciones específicas para la práctica odontológica, es esencial para permitir que se realice la orientación adecuada.

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